RUTA EN LA ENCARNACIÓN
CARAVACA DE LA CRUZ
1 de marzo de 2022

ITINERARIO DE LA RUTA
Iniciamos la ruta en la entrada de la Casa Paterna y por la pista del Sendero de las Cuevas pasamos por la Garganta del Estrecho sobre el río Quípar. Volvemos un trecho para ir por un sendero a la Ermita de la Encarnación. Seguimos por una pista en descenso y un sendero junto al Barranco de Los Canteros para ir al Arrabal de la Encarnación y por la Avenida de los Canteros volvemos al punto de origen.








La Encarnación es una pedanía de Caravaca de la Cruz que se sitúa a unos 750 metros sobre el nivel del mar, con zonas naturales de ribera, junto al río Quipar, a pocos kilómetros del pico de las Cabras.
Esta pequeña población disfruta de importantes yacimientos antiguos, destacando los ibéricos y romanos, cercanos a la vieja ermita. Existen recorridos a través de estos restos que ponen de relieve su importancia.
Ya en época ibérica y romana, en el terreno colindante a la vieja ermita de la Virgen, existían santuarios, así pues el carácter sagrado del lugar se remonta a miles de años atrás, un hecho que la historia siempre supone pero que en el caso de La Encarnación la arqueología ha confirmado.
La localidad atesora una economía muy dinámica gracias a las fábricas de peluches y calzado que, aunque no forman un polígono industrial, contribuyen a la prosperidad de esta población gracias a los puestos de trabajo que generan.
El paisaje de esta pedanía llega a asombrar por sus paseos rurales flanqueados por cipreses, sus pequeños parques o las zonas de cultivo roturadas.
Si hay una población en Murcia con restos arqueológicos, cuya Historia ha trascendido a lo largo de los siglos, sucediéndose en el entorno distintos períodos históricos, esa población es La Encarnación. En las afueras de lo que hoy es la villa se encuentra la vieja ermita de la Virgen de las Cuevas, primera patrona de la población que le da nombre. Las excavaciones arqueológicas han determinado que en el siglo XVIII se erigiera el pequeño templo. Se sucedieron un templo ibérico y hasta dos templos romanos del siglo II después de Cristo.
También hay documentados restos del período argárico, cercanos a la garganta del Estrecho de las Cuevas. Los vestigios encontrados determinan que mil setecientos años antes de la era cristiana hubo pequeños hábitats en sus parajes, aprovechando la bonanza para las tierras de tener un río tan cerca.
Hace más de cuatro mil años existieron aquí pequeños poblados que aprovecharon tanto el recurso hídrico de la zona como el carácter fortificado de sus cuevas y relieves escarpados.
Pocos son los datos de La Encarnación de época medieval. Su Historia se ve englobada en los acontecimientos de Caravaca y los hechos acaecidos tras la Reconquista cristiana. No es hasta el siglo XVIII cuando tenemos más noticias sobre esta villa, siempre ligada a distintos terratenientes y pequeños propietarios que cultivaban sus tierras.
La Cueva Negra, en el denominado estrecho de La Encarnación, es una cavidad de 12 m.de ancho en su apertura que se extiende otros 12 m. en su interior. En la misma se han hallado desde 1990 yacimientos con restos de homínidos (un primate de los más grandes cuyo peso oscila entre los 48 y 270 kg.) que se remontan a la más remota antigüedad en el Calabriense (Pleistoceno temprano), y numerosos indicadores climáticos y de la fauna y la flora de la época. Su importancia recae en el hallazgo de dos huesos y seis dientes humanos, probablemente de Homo neanderthalensis (del Neandertal entre 200.000 y 40.000 años). Asimismo, se han hallado antiquísimos restos de una hoguera, que podrían corresponder, probablemente, al hogar más antiguo de Europa, según el arqueólogo Mariano López, uno de los directores de la excavación en 2013.
Entre los hallazgos destacables se encuentra un bifaz
en piedra caliza con una antigüedad de entre 760.000 y 900.000 años.
El Estrecho de las Cuevas de la Encarnación goza de gran reconocimiento dentro de la comunidad científica debido a su gran valor arqueológico, debido a que se trata de uno de los conjuntos históricos más diversos de la Región de Murcia.
El río Quípar (del árabe Al Quipir) es un pequeño río, afluente del río Segura por su margen derecha, que discurre en su totalidad por territorio de la Región de Murcia.
Nace en la zona meridional del municipio de Caravaca de la Cruz, en las proximidades de La Junquera, donde se le unen diversas ramblas y arroyos, tales como la rambla de Tarragoya, el barranco de La Junquera o el barranco Munueras, recogiendo las aguas de la vertiente sureste del Macizo de Revolcadores (perteneciente a Moratalla), la Sierra de Mojanteso las sierras del sur del término de Caravaca.
Recorre el denominado estrecho de la Encarnación, paraje de especial belleza natural e interés arqueológico, cuando el Quípar atraviesa las proximidades de la Sierra de las Cabras.
Discurre posteriormente por el término municipal de Cehegín, paralelo al río Argos. Durante su recorrido por este municipio bordea los restos arqueológicos de Al Quipir, y unos kilómetros más adelante los de la ciudad visigoda de Begastri.
Sigue su recorrido regando los cultivos adyacentes y dando riqueza al paisaje. Atraviesa las antiguas minas de Gilico, donde se forma un pequeño lago por el corte que hizo la mina en el suelo. Unos kilómetros aguas abajo recibe el canal que transfiere las aguas sobrantes del embalse del Argos, para llegar al embalse de Alfonso XIII, ya en el término municipal de Calasparra, que se encuentra dentro de la zona ZEPA denominada Sierra del Molino, Embalse del Quípar y Llanos del Cagitán.
Finalmente desemboca en el río Segura justo antes del Cañón de Almadenes.
El complejo arqueológico de La Encarnación se encuentra a escasos kilómetros de Caravaca, a poco más de un kilómetro de la pedanía de los Prados. A la altura de esta localidad, en la carretera de Lorca a Caravaca hay un desvío señalizado al yacimiento romano de la Encarnación. Para acceder a él hay que seguir por este camino hasta las proximidades del Arrabal (también consta como Arrabel) de la Encarnación.
El conjunto arqueológico, formado por un santuario de época tardo republicana (república romana tardía a finales del siglo II a. C.), construido sobre un templo anterior ibérico y una extensa cantera de granito, es uno de los más importantes de la Región de Murcia, que junto con otros yacimientos de época romana del municipio de Caravaca (Cerro de la Fuentede Archivel y la almazara de Fuente de la Teja) documentan la intensidad del poblamiento romano en esta comarca.
La monumentalidad de los restos del Cerro de la Ermita de la Encarnación era conocida ya desde antiguo. A partir del siglo XVI atrae la atención de numerosos eruditos que aluden a sus restos en numerosas obras de carácter histórico.
El canónigo Lozano, en su obra titulada Bastetania y Contestania del Reino de Murcia, publicada en 1794, identificaba los restos con la antigua ciudad de Asso. En 1885, Fernández Guerra publica una inscripción hallada en las proximidades en las que se hacía referencia a dicha localidad, topónimo que aparece nombrado en las Tablas de Ptolomeo. En 1832, Cea Bermúdez describe los restos que perduran en esa época, refiriendo un templo, restos de sepulturas y numerosas columnas y restos de arquitectura romana.
Durante los siglos II y I a.C., se construyeron en el Cerro de la Ermita de la Encarnación dos templos, erigidos sobre otro anterior de época ibérica del que apenas quedan testimonios. Estos edificios constituyen uno de los ejemplos más antiguos de templos romanos en la Península Ibérica.
Durante la conquista, del mismo modo que habían hecho en otros lugares, los romanos construyeron sus templos sobre anteriores edificaciones ibéricas.
En la actualidad, la pedanía de La Encarnación cuenta con un Centro Cultural y Recreativo que lo conforman el centro social, el polideportivo, la piscina y el aula de lectura agrupados en laAvenida de San Blas, donde se reúnen los vecinos de la localidad con ocasión de diversos eventos.
El edificio que reúne las salas para charlas y exposiciones tiene una sola planta y está unido al nuevo consultorio médico de la villa.
En el pequeño edificio que albergaba el viejo consultorio se estableció la sala de lectura, lo que supone un aporte que, sin ser una gran biblioteca, dota a los vecinos de fondos literarios para su consulta.

FAUNA Y FLORA LA ENCARNACION Y RIO QUIPAR.

FAUNA

Entre los mamíferos que encontramos por esta zona que podemos destacar tenemos el arruí, la cabra montés, la comadreja, conejo común, erizo, jabalí y varias especies de murciélagos.
Entre las numerosas aves que habitan por esta zona, podemos nombrar el alcaudón real, abejaruco, abubilla, águila culebrera, águila real, aguilucho, el cernícalo, cuervo, calandria, curraca, lechuza, ruiseñor y jilgurero entre otras numerosas aves.
De los anfibios encontramos la rana común, el sapo corredor, sapo de espuelas y el sapillo moteado.


FLORA

La vegetación que predomina en esta zona la constituyen principalmente repoblaciones de pino carrasco con algunas encinas y sotobosque de tipo mediterráneo como enebros, sabinas, encinas coscoja, romero, jaras, esparto y albardín. En las zonas húmedas podemos encontrar sauces, taray, juncos, rosales silvestres, zarzas y carrizos.
Por el rio Quipar destaca por una vegetación de ribera dominada por tarays, juncales y cañaverales que en algunos casos se acompañan de adelfas (baladres). También en tramos del rio podemos ver formaciones importantes de álamos y olmos.


2 comentarios:

  1. Una variada ruta por un entorno no muy conocido por los senderistas loquitos.

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  2. Amplia y desconocida historia de esta pedanía de la vecina localidad calidad de caravaca

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